martes, 16 de agosto de 2011

Mientras tanto, te me acercas y me abrazas. Siento tu cuerpo junto al mío, siento el calor más dulce, el beso que me enloquece. Y en eso tus brazos rodean mi cintura y me sugieren una caricia.
Tus manos lentamente suben por mi espalda regalándome un suspiro y una sonrisa, mi piel se eriza con tu presencia, con tu respiración en mi cuello y con tus palabras de amor. El peso de tu cuerpo cae sobre mí, te miro a los ojos.. tus ojos color miel fascinante. Mi piel se eriza aún más, el contacto con la tuya me hace volar, lejos...
Deperté. No estabas. Me sentí desnuda, sin ti se me fue la vida. Sólo me quedó tu aroma.. tu aroma impregnado en mí.

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