domingo, 19 de julio de 2009

El vaso vacío


Un día decidí parar en un pequeño bar de la ciudad, no acostumbro a beber, pero en ese momento quise entrar y ver con lo que podía encontrarme. Estaba sola, y la pena profunda que sentía, me estaba ahogando y hundiendo cada vez más, y lo peor de todo es que nadie lo notaba. Se acercó el barman, un hombre de edad, de piel muy morena, que sonreía cariñosamente. Le pedí un trago, mientras miraba curiosamnte las inmediaciones, seguía pensando en lo extraño que se sentía ese lugar, sin embargo era una sensación tan grata, tan acogedora que de ser por mí, me quedaría un par de horas más. Sonaba una canción que me transportó a mi infancia, y por algunos segundos escuché la voz de mi madre, cantando. Me refugié en la melodía un instante. El hombre interrumpió mi momento, "Parece que le gusta el lugar, ¿había estado antes aquí?" dijo . "No" dije . "Le traeré un trago que es la especialidad de la casa" dijo mientras caminaba . Lo esperé un momento muy breve, y llegó con una botella blanca con detalles en dorado. Me pareció algo inusual pero acepté. Di un sorbo al pequeño vaso, pero me dí cuenta que no había nada. lo miré extrañada y sonriendo me dijo:" Llévese ese vaso y guardelo, apenas llegue a su casa llénelo de agua, y beba. Quizás ahora no lo note, pero he vaciado ahí todos sus sueños, sus proyectos, vacié esperaza, paciencia y alegría. Cuando lo haya bebdo, se sentirá mucho mejor, su tristeza se habrá ido." Bastante sorpendida con sus palabras, quise preguntarle acerca de lo que inexplicablemente él y yo sabíamos que me ocurría, pero opté por el silencio. Sin decir más, le agradecí y volví a mi casa. Tenía una millonada de sentimientos mezclados. Sentí una paz interior, al fin alguien entendió mi sentir, con sólo un cruce de palabras. Dicho y hecho, funcionó. Pero cuando quise ir al día siguiente a agradecerle por su maravilloso acto mágico o quizás que, el no estaba. Mi corazón se apretó, debía decirle y sentía la necesidad de hablarle de mi problema. Sufrí una angustia tremenda. Que vio ese hombre en mis ojos?, Qué le hizo escuchar mis gritos de ayuda? . Por que yo? Por que ese día? Por qué? .. Nunca más lo vi. Pero jamás salió de mi mente. siempre pénsé encontramelo en la calle, pararlo y decirle: "Gracias" . Pero en el fondo sabía que no sucedería. Era un baman. Un barman que bate y mezcla emciones maravilosas, y con el vacío, irónicamente, llenó mi alma.